Yo Solo Veo la Oscuridad: Justine De Jac Avila, Parte Dos

Yo Solo Veo la Oscuridad: Justine De Jac Avila, Parte Dos

Por Rich Moreland, Diciembre 2016

ALERTA DE SPOILER! El fina de  Justine sera revelado en la última parte de esta crítica.

Dije previamente que las películas de  Jac Avila/Amy Hesketh son merecedoras de un estudio académico. Tengan esto presente mientras avanzamos por el resto de esta crítica dividida en varias entregas.

Todas las fotos son cortesía de Pachamama Films/Decadent Cinema.

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Desde su padecimiento en el cepo, Justine continúa relatando su historia.

Ella cayó en prisión por crímenes que no cometió y está ahora a “punto de pagar con mi vida”, le dice a Juliette.

Por el momento, Jac Avila está a bordo con Sade tal cual esta descrito en  Justine, Parte Dos: De la Novela al Cine.

Aquí un breve sumario para tener una idea de como esta parte de la historia ha sido manejada cinematográficamente.

Virginidad perdida y un complot de asesinato

Justine escapa de su confinamiento gracias a Dubois y su banda criminal. Un incendio en la prison provee la oportunidad pero, como lo mencioné anteriormente, el fuego cobra su precio en las victims que consume.

Una vez libre, la banda (de la que ahora Justine forma parte) recorre un camino local y se topan con un mercader de nombre  Saint-Florent (Erix Antoine). Los bandidos le hacen conocer sus intenciones y Justine logra prevenir la muerte de Saint-Florent’s aduciendo que es su pariente.

Satisfechos con su conquista y ganancia, la banda se embriaga mucho y Saint-Florent y Justine simplemente se van. Mas tarde el canalla lleva a Justine al bosque donde la libera de su virginidad después de desmayarla de un golpe.

Ya sola, la desflorada muchacha deambula por la foresta y se topa con el Comte de Bressac (Alejandro Loayza) y su valet (Rodrigo Leon Leon) enfrascados en un poco de delicias homo eróticas.

Noten las pequeñas luces, cual luciérnagas, que suben desde la parte baja de la pantalla. Son las “estrellas” visuales del aturdido y confuso cerebro de Justine al tropezar con la inesperada escena.

Al entablar amistad con el Conde, Justine se entera de su plan para asesinar a su tía para lo que le pide su complicidad.

Justine rehusa llevar el veneno a la tía, por supuesto, por lo que es golpeada y condenada a ser despedazada por los perros de Bressac por tal insolencia.

A partir de aquí, Jac Avila se aleja de Sade. Antes de ver como cambia el alcance y el mensaje de la historia, el foco de la próxima entrega de esta crítica, veamos un par de puntos que necesitan ser analizados.

Tiempo

La narrativa de Jac Avila salta a travez del tiempo de una forma que universaliza la historia empujando a Sade, juguetonamente, a nuestro siglo. Vemos esto en dos instancias a notar.

La primera es una imagen. Cuando Justine y Saint-Florent avanzan en el camino, hay dos llantas de auto tiradas a un lado. La cámara las enfoca. Por que?

La posición de las llantas (una apoyada encima la otra) indica la cuestionable ruta que nuestra virtuosa muchacha esta tomando en este su camino. El vicio espera a Justine quien, como las llantas, sera maltratada, usada,  ensuciada y desechada.

Antes de llegar al final de su triste aventura, Justine es desflorada y vendida como esclava para ser torturada y sodomisada.

La segunda referencia relacionada al tiempo le hace contrapeso a la imagen de la llanta.

En un momento aparentemente raro,  Saint-Florent dice a los bandidos que su el nombre de su yegua es Atenea.

Al dirigirse la película a su final, Juliette se identifica a si misma como una “Sacerdotisa de Venus … cuya fortuna es el producto de un rostro bonito y muy mala conducta”

Considerando el ingenio que hemos llegado a esperar que venga de una producción de Jac Avila, aquí hay algo mas que simplemente dos nombres.

Atenea es la patrona de la antigua Grecia, pero también es una virgen. Por otro lado, Venus es la versión romana de Afrodita, el símbolo de la seducción femenina, sexo y lujuria. Considerando que los romanos conquistaron a los griegos como parte de la construcción de su imperio, entonces el contraste esta claro.

Atenea y Venus son el choque de la virtud y el vicio antes de la llegada del cristianismo.

En otras palabras, La Virtud vs El Vicio es tan viejo como la humanidad y como muchas veces ocurre, El Vicio gana … he ahí la razón por la ascensión de la fe!

Mas aún, ese no es el retrato completo que Jac Avila nos está presentando. Eventualmente Justine goza de los placeres libertinos (aunque estos hayan sido forzados en ella, puede uno argüir), disfrutando breves momentos de vicio, algo nunca considerado por Sade.

¿Se vengarán los Cielos asumiendo, ejem, que hay un paraíso? Vamos a revisar esta pregunta antes que se nos termine el tiempo, como dicen en los deportes.

La Subasta

La película está ahora lista para salirse de la narrativa del Marques.

Jasmin le sugiere a Bressac sacar provecho económico de Justine. En vez de echarla a que se la coman sus perros, como lo ilustra Sade,  (ver Justine, Parte Dos: de la Novela al Cine), Bressac concuerda en venderla como esclava. La subasta clandestina es el trabajo de especuladores ilegales ya que la esclavitud ha sido prohibida en la Francia del siglo 18 y abarca mas allá de sus colonias.

Los compradores en este crimen de la carne son libertinos cuya intención es obligar a sus cautivas a que sufran los caprichos de otros.

Justine esta desnuda y es humillada durante los procedimientos. La subasta es feroz con Juliette compitiendo con Rodin, quien esta presente con sus pertenencias, Omphale y Rosalie.

Nuestra desafortunada virtuosa es inspeccionada (las marcas dejadas por la golpiza a manos de Jasmin son brutales) y es vendida a Rodin. Juliette pierde ante el villano aquí, pero triunfará al final.

La pesadilla de Justine, de su confinamiento y tortura en medio de los argumentos filosóficos y políticos de Rodin, recién comienza.

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He mencionado en anteriores críticas que los actores en las películas de Jac Avila/Amy Hesketh son verdaderamente un elenco al estilo del legendario Mercury Theater on the Air de Orson Welles en la época de la radio.

La diversión entre amigos es un ingrediente de la camaradería de Pachamama/Decadent que se ve en cada película.