Yo Solo Veo Oscuridad: Justine De Jac Avila, Parte Cuatro

Yo Solo Veo Oscuridad: Justine De Jac Avila, Parte Cuatro

por Rich Moreland, December 2016

ALERTA  SPOILER! La resolución final de Justine está a la vuelta de la esquina.

Las entregas de esta crítica de cinco partes son publicados como un paquete, pero han sido diseñados como ensayos separados, uno puede leer lo que prefiere y dejar los otros de lado.

Todas las fotos son cortesía de Pachamama/Decadent Films.

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Pachamama Films/Decadent Cinema combinan el horror erótico y acciones S&M soft dentro un encuadre de literatura clásica y una rara aventura en producción cinematográfica.

La leyenda de vampiros Dead But Dreaming, Ollala (basada en la leyenda de vampiros homónima de Robert Louis Stevenson), y Barbazul (“Le Barbe Bleu” de Charles Perrault) representan un cine independiente avant-garde que ofrece historias eternas con contenido de temas adultos.

Y no hay que olvidar, el arte de la actuación de Amy Hesketh cautiva a todos y los envuelve en un manto de sexualidad y dolor que marca (alusión a drede) lo excitante de estas producciones.

El talento de Amy esta totalmente expuesto nuevamente en  Justine. No hay dudas de que su interpretación del sufrimiento femenino tiene consecuencias en su cuerpo y que eventualmente ella decidirá que ya tuvo suficiente. Entonces, si ver a Amy sufrir en la pantalla es lo que uno busca, hay que tener una copia de ésta película.

Dicho esto, Justine, enciende la conversación de otra manera.

Siguiendo la huella de las películas mencionadas arriba,  Justine conlleva un mensaje político empapado de imágenes que son literarias y mitológicas.

Veamos brevemente algunos ejemplos de ello.

Tres

Primero, la imagen más dinámica de la película, la mujer restringida y castigada, sobrepasa otras creaciones de Jac Avila, con la posible excepción de Maleficarum.

Amy Hesketh, Mila Joya, y Beatriz Rivera son agradables a los ojos y ofrecen las delicias visuales de una buena azotada, algo que los aficionados del S&M pueden apreciar.

Pero eso es solo el comienzo. Hay mas.

Tomen en cuenta el arquetipo número Tres, elemento básico en los mitos y leyendas lo que explica su predominio en la Biblia. Jac Avila sigue a Sade al explorar esto.

La novela menciona veintitrés víctimas (tres sietes) consumidas por el fuego de la prisión. La edad adulta comienza a los Veintiuno, una clave que nos dice que cuando Justine escapa de la prisión ya es lo suficientemente adulta para asumir la responsabilidad de sus decisiones, o mas específicamente su inacción, en un tema que transcurre por toda la obra de Sade.

Por otro lado, los candelabros de la prison tienen combinaciones de tres y seis, colocados de manera inteligente entre los instrumentos de tortura.

El Círculo

Jac Avila se enfoca en tres víctimas del sacrificio para crear su motif religioso.

Cada muchacha es puesta a la rueda recordándole al espectador que mientras un Dios patriarcal puede estar vigilando al mundo, las mujeres son la fuente de un circulo interminable de virtud y vicio, reproducción en una mano y tentación sexual en la otra, lo que impulsa a la condición humana.

De ahí que tenemos en la Rueda el mensaje mas importante. Las jerarquías dominadas por lo masculino insisten en que la sexualidad femenina no puede ser confiada, mas bien las mujeres deben ser reprimidas y encadenadas, en vez de ser celebradas.

Por cierto, la confianza aparece al final de la película en un twist irónico. Pero tendrán que ver la película para apreciarlo.

Hablando de sacrificios, después de la crucifixión de Rosalie en la mazmorra, sus heridas, cual estigmas, son cuidadas por Omphale y Justine en una escena que nos recuerda a las tres mujeres en el Calvario (Colgota) relatadas en los evangelios.

Además, claro, se tiene la versión propuesta por Jac de las tres cruces, lo que veremos mas tarde.

Lo Sagrado Femenino o Lo Desafiante Feminista?

El blanco es el color de la pureza y las muchachas visten taparrabos blancos representando los martires semidesnudos asociados a la imagen Medieval de la crucifixion. Solo Justine esta desnuda.

En esta interpretación moderna de la novela de Sade, ella es a la vez la virtud y el vicio, en honor a la mujer completa y validando su desafío al patriarcado a pesar de sus humillaciones.

En otras palabras, Justine está totalmente expuesta, es, literalmente “todas las mujeres”.

Cuando las muchachas maltratadas se van a la cama, la configuración de sus cuerpos nos recuerda a la Santa Trinidad con el cambio Dios/Hija ilustrado con el sufrimiento de Rosalie.

La importancia de lo femenino sagrado en la tradición de la iglesia no se puede pasar por alto fácilmente.

Sin embargo, esta escena es parte de una serie de escenas que comienzan en la mazmorra con Justine encadenada por el cuello tratando en vano de alcanzar a Rodin en un arranque de ira vengativa. Desafiante y frustrada, la femenina airada, o en términos modernos, la feminista.

Luego vemos el mencionado motif de la Trinidad.

Al principio las muchachas miran lejos la una de las otras, individualizadas en su agonía, enfatizando la miseria y el abandono que es parte de la condición humana.

Pero eventualmente se toman de la mano en espíritu así como también en su verdad, una afirmación que lo sagrado femenino va a prevalecer.

Con esta imagen, ellas forman su propia rueda, con las manos sobrepuestas sobre las caderas de Justine como su centro.

La Perfección de Leonardo

Vale la pena mencionar que la Mujer en la Rueda de Jac Avila es una vaga referencia al Hombre de Vitruvio de Leonardo Da Vinci, quizás sugerido por el cineasta de manera subconsciente mas que deliberada.

Simplemente dicho, cada mujer representa la mezcla harmonica del arte y la ciencia del pensador renacentista lo que finalmente dio nacimiento al Siglo de La Luz e, irónicamente, al Marques De Sade.

En esta película la imagen femenina emerge de forma perfecta mientras es atormentada con dolor, tal cuál Justine nos recuerda con su dura condena a los principios bíblicos.

Podemos concluir entonces que Justine es un desafío total a la Iglesia y su intrusión en el Estado Natural previo a la teología, aquel Estado que celebra De Sade.  Jac Avila nos da motivo a reconsiderar los argumentos de Sade.

Hay un asunto mas amplio, por supuesto, demasiado para poder considerarlo aquí. ¿Es la forma femenina perfecta, y su conciencia correspondiente, una creación de la Naturaleza o Dios? ¿O Ambos?

Cortando A Travez del Tiempo

La confrontación entre el sufrimiento femenino y el empoderamiento, el corazón de esta historia, corta a travez del tiempo.

Aqua veremos algunos ejemplos.

En Solo Veo La Oscuridad: Parte Dos de ésta crítica, vemos llantas de vehículos del siglo 21 abandonados a un lado del camino, un comentario sobre la situación de Justine.

Después está la moderna botella de cerveza de Rodin en la escena de la mazmorra, a pesar de que las botellas de cerveza eran conocidas en los tiempos de Sade. Cuando la película se va aproximando a su conclusión, Rodin usa gafas oscuras, no existentes en el siglo dieciocho. Combinamos éstas imágenes con la camiseta interior que viste y entra en escena el Macho Alfa (Dios?)

También tenemos la cama victoriana, invento de la época que viene mucho despues de Sade. Pero aquí es lo apropiado ya que la era victoriana acalló la sexualidad femenina, lo que dio inicio a las teorías freudianas de la histeria, represión y ansiedad sexual.

El vestuario es ecléctico.  En las escenas de la mazmorra, por ejemplo, Rodin viste la mencionada camiseta interior, común en Hollywood desde los años 30.

Vale mencionar que Amy Hesketh juntó el vestuario para la película… nada simple de hacer.

Ahora sabemos porqué Jac Avila rompe la cuarta pared repetidamente. Su mensaje trasciende el aquí y el ahora y va mas allá de la historia que cuenta. Que mejor para reforzar la eternidad de la narrativa que dirigiéndose al espectador directamente, superando las limitaciones configuradas por el lente de la cámara.

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He ahí una rápida mirada a algunos de los symbolism’s incorporados a la narrativa de  Justine.

Estamos listos pare aventurarnos dentro la última entrega para la dramática conclusión que Jac Avila a elaborado en esta su version de la saga Sadeana. Se desvía algo de Sade pero manteniendo el sabor de la novela hasta su amargo final.

Alerta. Si no desean saber como termina todo, no lean el próximo artículo.

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Para los curiosos, Amy generalmente diseña los instrumentos de tortura incluyendo los potros, los latigos y otros que aparecen en todas la películas de Pachamama Films/Decadent Cinema.

Probando como se siente el látigo es algo que los aficionados al BDSM entenderán.

Por cierto, al hacer Justine, el probar la rueda era vitalmente importante, como es de esperar.

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