Entrevista con Jac Avila sobre sus películas: MARTYR, MALEFICARUM, Etc.

Entrevista que hizo Mike Haberfelner  a Jac Avila en Marzo del 2011 y que apareció en SearchMyTrash .

La reproducimos aquí en su versión en Español cuando comienza el 2014 por lo interesante que es ver lo que hacíamos en ese entonces y lo que hacemos ahora … y porque no la publicamos en español en ese tiempo.

Primero, hablemos de tu película Martyr – en pocas palabras, ¿de qué se trata?

Martyr narra la historia de una joven y su obsesión con el martirio y, a la vez, tambien se trata de su propio empoderamiento.

Es la historia de Camille, una joven francesa visitando Nueva York con su novio Julien, un popular DJ. No tiene mucho que hacer aparte de estar con el durante sus presentaciones. En una de ellas, conoce a otra mujer francesa – Elisa – que es asistente para Tadeusz, un fotógrafo local. Elisa le ofrece a Camille un trabajo como modelo para su jefe. Julien no está felíz. Julien y Camille viven con Dave, un aspirante escritor neoyorquino que “mete leña” en el asunto de los celos de Julien.

Camille inspira a Tadeusz a trabajar en un concepto de martirio en una sesión de fotos. Tadeusz pone a un lado el trabajo que estaba haciendo con Gabrielle, su novia y modelo actual – que vive con el, para concentrarse en esta idea. Cosa con la que Gabrielle no está contenta.

Elisa, mientras tanto, nunca esconde tener sentimientos hacia Camille.

El trabajo manda a Camille en una exploración de su ser interior y sus obsesiones, en particular la obsesión que ha tenido desde su niñez – Santa Eulalia, la mártir vírgen española del tercer siglo.

Estos son los ingredientes principales de la historia de Martyr.

La película tiene un subtexto religioso. ¿Podrías elaborar sobre eso, y tambien unas palabras sobre Santa Eulalia – la mártir central de la cinta?

Fuí criado católico con una fuerte influencia jesuita. Fuí expuesto a la iconografía católica desde muy temprana edad. En mi colegio – jesuita – habían estatuas y pinturas de Cristo y otros mártires por todo lado. Había una insistencia en mostrar a Cristo en todo su sufrimiento.

Además de las monjas, que eran nuestras profesoras en esos primeros años de colegio, exaltaban la sublime gloria del martirio.

¿Todo eso me ha influenciado? Claro que sí.

Una vez, en Nueva York en los años 80, estaba visitando una tienda de arte, y había una variedad de litografías y pinturas… Entre ellas, una hermosa pintura de Santa Eulalia hecha por John William Waterhouse (1885), que me hubiera encantado comprar. Pero no tenía el dinero en ese entonces. Algún día la compraré.

Años despues, mientras trabajaba en un proyecto cinematográfico en Cuba, visité una librería que tenía libros de pinturas. Uno de ellos, en español pero publicado en Hungría, tenía pinturas medievales de España. Una de esas pinturas era la reproducción de una pieza de altar titulada La Vida de Santa Eulalia.

Es un cronograma gráfico, paso a paso, del martirio de la santa española. Una pasión.

Tuve que aprender más sobre esa santa tan parecida a Cristo que, de acuerdo a ese cronograma, fue crucificada dos veces. La mártir se quedó en mi cabeza y luego, mientras trabajaba en una miniserie, empezé a elaborar la historia de Camille – una joven obsesionada con esa santa.

¿En qué medida ha influenciado el aspecto religioso a la estética de la cinta?

La estética de la película es influenciada más por el arte que por la religión. Posiblemente algo de arte religioso, por ejemplo Caravaggio; o no tan religioso – como ser Bosch … pero tambien por artistas menos religiosos como Vermeer, Magritte entre otros. Algunas influencias son intencionales, otras salieron de mi subconciente.

Unas palabras sobre la actríz principal, Carmen Paintoux, y ¿qué tan fácil/difícil fué para ella interpretar a este exigente papel? ¿Había alguna línea que no se atrevía a cruzar?

Carmen es una actríz muy talentosa y una artista tambien. Es muy dedicada a los papeles que interpreta y es muy disciplinada en su trabajo. El papel fué exigente pero tuvo mucha preparación. Puedo decir que el personaje creció en ella a través del tiempo; se convirtió en Camille en algún momento.

Había trabajado conmigo antes en la miniserie El Hombre de la Luna, su debut como actríz. Interpretó el papel de hermanas gemelas. En ese momento estaba yo pensando en otra película, similar a Martyr, pero ambientada en Cuba en la época colonial. Quería que Carmen interprete el papel principal, uno tan exigente como el de Martyr. Hicimos unos ensayos para esa película. Inclusive filmamos algunos de los ensayos.

Pero el dinero habla. Nunca pude reunir los fondos necesarios para esa película y no tenía la intención de sentarme para esperar. Entonces me puse a trabajar en el guión de Martyr y pronto ya estábamos planificando la película.

Carmen no puso límites en lo que estaba dispuesta a hacer y no le pedí más de lo que tenemos en la película. ¿Tiene límites? Todos los tenemos y posiblemente algún día sabré cuales son los suyos.

¿Qué puedes decir sobre las reacciones a la película hasta el momento?

Los pocos que la han visto en las presentaciones públicas que tuve mientras aún estaba en preparación han tenido reacciones mixtas. En un festival donde la  mostré, yo estaba sentado en el fondo de la sala y vi un momento que un hombre salto de su asiento – horrorizado – corrió a la puerta y le costaba abrirla. Estaba realmente aturdido por la película.

Pero el debate despues de la presentación fué muy buena. La mayoría de las personas estaban muy impresionadas por la película y su temática.

Habían cuatro jóvenes a cargo de dejar pasar al público. Una de ellas estaba trabajando en el hotel donde me hospedé. Me dijo que le encantó la película.

En otro festival, me encontraba afuera de la sala y, despues de la proyección, un joven se acerco a darme un abrazo… Agradeciendome por hacerla.

Y… En otro festival, otro joven me preguntó si podía elaborar su tésis en base de la película. Le regalé una copia en DVD para que la pueda estudiar mejor y escribir su tésis.

Y, claro, hay la presentación que trajo a Amy Hesketh a mi vida. Ella vió la pelicula y lo único que quería hacer despues de verla era trabajar conmigo haciendo películas.

La prueba real llega ahora. Con el lanzamiento oficial, estoy seguro que recibiré los más fuertes castigos de los críticos. La crítica boliviana en general está muy molesta con Sirwiñakuy; símplemente no saben qué hacer con la película de Amy. Estoy seguro que esos mismos críticos aborrecerán Martyr.

Actualmente, te encuentras en la producción de Maleficarum. ¿Unas palabras sobre eso?

Jac dirige a Amy.

Es una película muy difícil de hacer, de mostrar y de ver. Lídia con la tortura de una manera muy gráfica, elaborada y sin censura. Toma lugar en el siglo 17, en una ciudad Andina anónima, y trata de la inquisición como ha sido registrada en los archivos de Lima, Perú. Tuve acceso a cientos de documentos de testimonios y archivos del Santo Oficio. En base a esta información, me inventé una historia. Pero los testimonios son reales y todos los personajes han existido. Es más, las dos protagonistas están basadas en personajes reales.

Las dos protagonistas sufren todas las atrocidades de la inquisición y aún más. Es una película fuerte.

Al igual que Martyr, Maleficarum trata sobre las conexiones entre la religión y la violencia. ¿Cuales son sus pensamientos personales sobre esta temática?

Amy en la hoguera.

Tengo la convicción que la religión y la violencia han estado ligadas desde siempre. Una no existe sin la otra. No hay religión sin violencia y creo que es una temática que siempre he tenido en mente.

Creo que hay tres formas básicas en las que nosotros, los seres humanos, buscamos entender el universo que nos rodea. Una es la religión, otra es la política; y la tercera es el arte. La ciencia, por otra parte, es como finalmente encontramos el sentido de las cosas.

Con el arte, dejamos volar a nuestra imaginación e interpretamos, expresamos, entendemos, predecimos… El universo, la vida, todo. Podemos crear mundos, y dioses y cantar alabanzas. La bíblia es un gran libro de poesías, cuentos infantiles y el sistema legal de los Hebreos de la antigüedad.

La religión y la política, por otro lado, crean dogmas y la necesidad de imponer las ideas o creencias, siempre con resultados desastrosos.

Mucho del trabajo que he hecho hasta ahora ha tenido algo que ver con la religión, la política y la violencia; inclusive en un trabajo experimental como CrossOver – donde ni siquiera hay personajes; solamente edificios neoyorquinos, un libro destruido, el tren subterráneo… Pero el sentimiento de angustia despues del 11 de septiembre está siempre presente. El ataque a las torres gemélas fué religioso y tambien político.

La religión y la política son dos lados de una misma moneda. Mientras que en la religión hay seres omnipotentes llamados dioses, algunos bondadosos y otros más tiranos, algunos inclusive esquizofrénicos… Para mí son reflejos de nosotros mismos y nuestros variados ánimos. En la política, ponemos a seres humanos sobre tronos – sintiendo que son como nosotros pero aún superiores de alguna manera porque esperamos que sean como dioses – que lo sepan todo y resuelvan todos los problemas y, una vez que encontramos alguna debilidad, los clavamos a la cruz.

Mila Joya en Maleficarum

Pero estamos dispuestos a matar por esos dioses, ya sean los religiosos o políticos. Creemos que estamos peleando por ideales altos, o la fe; pero, en realidad, estamos luchando por las ilusiones que creamos debido a nuestros temores.

Martyr expresa lo que a uno le puede llevar a querer ser un mártir por Dios, mientras que Maleficarum entra en la temática de como una institución autoritaria lleva a una persona al infierno en nombre de Dios.

Con solamente ver unas imágenes, Maleficarum de cierto modo me hace pensar en las películas Europeas clase “B” con monjas, muy populares en los años 70. ¿Te complace ésta perspectiva? ¿Dónde estan las similitudes y diferencias con aquellas películas?

Mariana en el caballo resiste las torturas.

Me parece bien. Se podría considerar que Maleficarum pertenece al cine de explotación en muchos aspectos, aunque no necesariamente el de monjas – al que haces referencia. Ya ha sido comparada con La Marca del Demonio debido a la temática. Y lo mismo se podría decir de Barbazul e inclusive de Martyr. 

Meintras que en el cine comercial, la tortura se maneja de forma delicada – mostrando un poco del horror, unos segundos tal vez, nosotros no nos atemorizamos de llegar a los límites. Muy parecido a lo que hace Jess Franco en sus películas, pero posiblemente lo manejamos con un poco de elegancia.

La diferencia está en que nuestros guiones son más elaborados y menos jocosos, o tal vez jocosos de forma diferente, más sofisticada. No se si Jess Franco o Roger Corman pretendían llegar a ese nivel “kitsch.” Nosotros sí tenemos esa intención, mientras a la vez queremos crear algo artístico que tenga otros niveles de apreciación.

Las similitudes obvias se encuentran en los elementos: la inquisición, tortura, mujeres desnudas, sexo… Las diferencias son historias más complejas, una tecnología diferente; podemos filmar mucho más estos días. Podemos tener mejores efectos y podemos trabajar con más comodidad y para un público específico.

No necesitamos tanto dinero para hacer lo nuestro, así que tenemos mucha libertad. Nadie nos está dictando órdenes y todo el riesgo es nuestro…y tambien los beneficios.

Unas palabras sobre la actríz principal (y una frecuente colaboradora) Amy Hesketh ¿Cómo respondió ante el contenido muy violento de la cinta?

Amy es una persona muy talentosa, habilosa y de mucho conocimiento. Es extremadamente dedicada tambien. Estuvo involucrada en la planificación de Maleficarum desde el inicio. Puedo decir que esta película es tanto su creación como la mía. El contenido violento es en parte su responsabilidad. Tiene una mente más perversa que la mía.

Cuando la conocí, ella estaba haciendo sesiones de fotos con un tipo. El tipo me dijo algo como: “Ay, las cosas que me hace hacer.” Ahí es cuando me di cuenta que la tenía que conocer mejor. Los invité a que vean mi película en el festival. Y así fué, y el resto ya es historia.

Pero ésta película no sería posible sin su colaboración y muy duro trabajo. Fabricó la vestimenta, totalmente sola, desde el diseño hasta el corte de las telas, hasta el armado de los vestidos. ¡Para 30 personas!

Pero eso no es todo. Tambien se encargó de construír, así es, las grandes herramientas… Como el potro y el Caballo de madera. Es muy habilosa. Puede arreglar autos, construír casas…

Así que, si quieres saber cual fué su reacción ante la naturaleza violenta de la película, ahí la tienes. Ella hizo posible que la película sea tan violenta.

Tambien has protagonizado las dos películas de Amy, Sirwiñakuy y su siguiente producción Barbazul. ¿Qué puedes decir sobre esta inversión de papeles, y de Amy Hesketh como directora?

Antes de trabajar con Amy como actor, protagonizé El Honbre de la Luna y Martyr.  Sirwiñakuy fué la primera vez que fuí dirigido por otra persona.

Fué difícil no entrometerme, no tratar de dirigir la escena. Instintivamente, siempre quería dar la órden y creo que dificulté a Amy on poco. Especialmente durante el primer día de rodaje de Sirwiñakuy, hasta que ella me puso en mi lugar.

Algunas veces, se me salía “corten” cuando no era mi lugar decirlo. Es dificil ser dirigído cuando eres director. Tambien uno se siente amenazado. Cuando interpreto un papel y dirijo, tiendo a interpretar un papel que es cercano a mí donde no tengo que hacer nada muy complicado o dramático. Me es fácil ser natural sin tener que comprobar nada a nadie. Se qué esperar de mí.

Pero, al ser dirigido por otra persona, TIENES que cumplir con una expectativa, lo cual me cuesta y es casi imposible para mí.

Tuve que ir mas allá de mis propias expectativas cuando fuí dirigido por Amy, para cumplir con sus exigencias en Barbazul.

Cuando me veo en El Hombre de la Luna, me cae bien ese tipo…es buena onda, chistoso, encantador. En Barbazul, interpreto a un monstruo y realmente detesto a esa persona, me da asco. Entonces creo que ella tuvo éxito en dirigirme. No creo que puedo dirigirme a ser desagradable. Tal vez siempre trato de dar cualidades de simpatía a los personajes que interpreto. Pero ese no es el caso en Barbazul.

Amy Hesketh instructs Veronica Paintoux and Jac Avila in Barbazul.

En Barbazul me mantuve alejado del set cuanto más pude. Estuve en el set únicamente cuando era mi turno para actuar y, por primera vez en mi carrera de actor, no hacía nada más que actuar. Fué bueno. Pude concentrarme en el personaje, la parte más difícil. Soy un asesino sin remordimientos y eso tenía que mostrarse. Creo que logré sacar ese personaje de mí y Amy tuvo el talento y la paciencia para hacer que funcione. En Barbazul tengo un desnudo. Eso fue difícil.

Como directora, Amy sabe lo que quiere y tambien está dispuesta a escuchar sugerencias. Entonces es bonito trabajar con ella. Puede pedir de sus actores cosas que yo tal vez no pediría. El hecho que es mujer hace que las cosas que pone en la pantalla sean más digeribles.

Si yo le pidiera lo mismo a una actríz, me miraría feo. Y yo exijo muchas cosas difíciles de mis actores, pero no al nivel de lo que Amy pidió a mí y a Veronica que hagamos en Barbazul. Y lo hicimos. Me impresiona verlo. Estoy editando la película y me cuesta verme ahí, haciendole esas cosas a Veronica.

¿Qué puedes decir de Jac Avila, el actor?

No me considero un gran actor pero creo que tengo campo para crecer. Interpreté papeles fáciles antes de Barbazul. Creo que puedo ir más allá ahora y eso es lo que voy a hacer en las siguientes dos películas donde voy a actuar. Interpretaré a dos personajes totalmente distintos con arcos dramáticos altos y situaciones más exigentes. Y no son personajes muy agradables tampoco.

¿Cómo entraste al mundo del cine?

Siempre quize estar involucrado en el cine. No recuerdo un momento donde no haya querido hacer esto. Cuando era adolescente, me encantaba tocar batería, en algunas bandas, pero siempre soñando con hacer películas.

Cuando era niño, armaba espectáculos para mis amigos. Con títeres o imágenes de películas a veces.

Iba al cine de mi barrio. buscando entre los basureros los pedazos cortados de cintas que estaban proyectando. Armé historias extrañas con esos cuadros. Aprendí como hacer una proyectora de una caja de zapatos utilizando el lente de un ampliador de fotos, un bulbo de 150 watts y lísto – tenía una proyectora. Luego podía proyectar las imágenes que había rescatado de la basura.

Otras veces, jugaba en el salón con mis primos y hermanos e interpretábamos obras. Una de ellas fue La importancia de llamarse Ernesto. Eramos pésimos actores, pero nos divertíamos.

Ese fue mi inicio.

¿Qué puedes decir sobre Bolivia como región en cuanto a la industria del cine?

No es una nación cineasta. Es más, solo en los años recientes se ha dado el caso que varios cineastas están empezando a tener sus producciones. Antes, podías contar con tus manos todas las películas en la historia de Bolivia.

Pero el país tiene locaciones increíbles de fácil acceso, actores entusiastas y equipos talentosos. Aún así, queda mucho por hacer. Sin embargo, el costo de vida acá no es tan alto como en otros países – se pueden estirar los dólares.

He vivido en Nueva York por más de 35 años, así que mis colegas Bolivianos no me consideran un cineasta local. Les cuesta aceptar eso. Ante sus ojos, soy un cineasta que ha trabajado afuera por demasiado tiempo.

Terminé colegio en Nueva York, fui a la universidad y empecé a trabajar en fotografía comercial, brevemente en la cadena CBS a finales de los 70. Entonces creo que tengo más de nuyorquino en mí que cualquier otra cosa. Mi padre es holandés, así que se me consideraba “gringo,” mientras crecía en Bolivia. Eso hizo algo con mi psicología. Me siento en casa cuando estoy en Nueva York. En cualquier otro lado me siento extranjero, ya sea París, Amsterdam o La Paz.

Hasta donde yo sé, empezaste tu carrera haciendo películas experimentales. ¿Qué puedes decir de tus primeros esfuerzos?

En realidad hice algunas películas experimentales más tarde en mi carrera. Colaboré en un par de películas con mi vecino y amigo Tadeusz Myslowsky, un polaco neoyorquino de mucho renombre en el mundo vanguardista. Tengo el plan de hacer otras películas con él. Colaboramos en el corto CrossOver, que se ha vuelto parte de la colección permanente del museo en Varsovia. Ese corto se mostró bastante en EEUU y Europa.

Tambien colaboré con Uri Katzestein en un corto: The Word is Vroom Vroom, que fue filmado en su loft en Nueva York y tiene música de Brian Eno. Uri es de Israel, pero ha vivido en Nueva York por mucho tiempo.

También has hecho varios documentales, el más conocido siendo tal vez Krik? Krak! Tales of a Nightmare. ¿Qué puedes decir de ese aspecto de tu carrera?

Krik? Krak! fue mi primera película. Tardó años en hacerse y es una colaboración con Vanyoska Gee. Fué filmada durante la época de Baby Doc pero se terminó en 1988. Fue muy difícil hacerla debido a la falta de fondos y la temática. Se rodó en 16mm, los costos de laboratorio eran altos y se necesitaban islas de edición y todo eso. Costoso.

Pero una vez terminada, cambió nuestras vidas. La mía de seguro.

Krik? Krak! fue muy exitosa en el circuito de festivales y se vendió a la televisión en EEUU, Inglaterra y Alemania. También me dio un empujón dentro del ámbito del cine. Pero nunca pudimos recuperar los fondos o el tiempo que pasamos haciéndola. Fue una obra de amor al arte, mayormente, y me llevó alrededor del mundo y transformó mi vida. Es por esa película que tengo la vida que tengo ahora. Así que creo que es lo mejor que me pudo haber pasado en cuanto a mi carrera pero tardó demasiado. Exigió mucho pero me fortaleció.

Krik? Krak! tambien trata de la religión, la política y la violencia. La temática central es el camino que tomó Papa Doc para llegar al poder en este país extremadamente pobre, manipulando la religión para servir sus propósitos. En este caso, la religión del vudú que es central a Haití. Se posiciono como ser divino, Barón Samedi, guardián de la tumbas. Para los haitianos el tenía el poder sobre los muertos y los vivos. Tuvo el apoyo de los Estados Unidos por un tiempo. Kennedy quitó su apoyo pero Johnson se lo dio nuevamente después del asesinato de Kennedy.

En Krik? Krak! hay toda la religión, política y violencia que han sido parte de Haití en toda su historia.

Creo que cuando se hace una película como Krik? Krak! se aprende mucho. Ahí es donde aprendí todo sobre ser un cineasta independiente. Los sacrificios que se tienen que hacer. La lucha de las altas expectativas contra la fría realidad. Como funciona el mundo del financiamiento independiente y qué no hay que hacer en ese aspecto. Todo, en fin. Fue mejor que cualquier universidad o taller. Fue una experiencia muy emocionante el hacer la película, y más emocionante aún el llevarla por todo el mundo. Pero la mejor parte de hacer esa película es que forge un estilo que sigue presente en mi trabajo y puedo decir que es un estilo muy personal.

¿Qué puedes decir sobre tu miniserie El Hombre de la Luna?

El Hombre de la Luna fue una situación donde me conformé con algo y resulto ser más que eso. Es mi primer trabajo en Bolivia, aparte de un pequeño documental que hice en 1989. Vine a Bolivia con la intención de hacer una película muy ambiciosa que nunca se realizó.

Para hacer esa película estaba buscando actores, pero después de ver un par de películas Bolivianas hechas hasta ese momento, sentí que no habían suficientes actores con la capacitación necesaria para la película.

Así que decidí dar clases de actuación. El alcalde de La Paz auspició mis talleres y tuve mucha gente interesada. Habían cuatro grupos de unas 20 personas cada uno.

Entonces, durante un año entrené a docenas de personas en las artes dramáticas.

Como no lograba conseguir los fondos para la película de gran escala que quería hacer, decidí hacer otra cosa con mis alumnos para probar sus habilidades.

Fui inspirado por el trabajo televisivo de David Lynch…así es…Twin Peaks, y me pareció buena idea hacer algo así, filmando una miniserie. Escribí el guión con un papel para casi todos los que participaron en los talleres. Es más, fue la primera experiencia de actuación delante de las cámaras para todos, incluyéndome a mí.

Creo que logré recaudar unos 3.000 dólares, de parientes mayormente, y me presté una cámara Sony de 3/4 pulgadas; tambien compré un par de luces patio de 500 watts, y con eso filmé la miniserie en unos 56 días distribuidos en 5 meses. El dinero cubrió los cassettes de video: 20 dólares por cada cassette de 20 minutos. Una empresa de taxi nos auspició y tuvimos transporte gratis. Tambien tuvimos un estilista que trabajó gratis.

Tardé un año en encontrar un lugar donde editarla.

Cuando la miniserie estaba terminada, sorprendentemente, fue bien recibida y hubo bastante prensa. Se veía muy bien, las actuaciones eran excelentes, la fotografía era sólida, la música increíble. Estuvimos en la portada de la guía televisiva de un periódico cada semana mientras estábamos siendo transmitidos. Hubieron muchas entrevistas y lanzó las carreras de varios de los actores. Uno de ellos es cineasta ahora, otro llegó a actuar en varias películas, y claro,  lanzó a Carmen – la protagonista de Martyr.

Vamos a re-lanzar la miniserie como una película de dos horas. La nueva tecnología hacen posible lograr una película muy buena con la historia y las imágenes que tengo.

El Hombre de la Luna tambien se mostró en un canal por cable en Nueva York.

¿Alguna otra película de la que quieres hablar? ¿Algunos otros proyectos futuros?

He producido y también fui el camarógrafo para Nocturnia, la ópera prima de Erix Antoine – mi hijo. Una muy buena película también filmada en Nueva York. Él está elaborando otro guión que planeamos producir este año- Amy está escribiendo otro guión para una película en la cual también participaré y Veronica interpretará a mi esposa. Toma lugar en los años cuarenta. Y estoy preparándome para rodar un nuevo largometraje. Esos son los planes inmediatos. A la larga, espero poder finalmente hacer la película que he querido hacer desde 1984.

Tengo un par de ideas en mente y veremos que trae el futuro. Pero, en este momento, estoy muy feliz que tenemos todas estas películas ya realizadas.

Trabajamos como un mini estudio, con directores propios – tres de ellos – editores que trabajan aquí mismo, cinematógrafos e inclusive actores…bastante bueno…y lo mejor es que todos somos pagados. No es una gran cantidad de dinero todavía, claro. Pero tampoco es terrible.

¿Qué te llevó de cine experimental a documentales y finalmente a largometrajes de ficción? ¿Cuales prefieres hacer? 

Empecé con Krik? Krak!, que no es un documental tradicional. No tiene un narrador o personas entrevistadas, ni una narrativa linear llena de datos.

Es un trabajo más impresionista, casi surrealista. Por eso tuvo éxito de una forma que otros documentales no lograron.

Tengo recreaciones de eventos históricos ahí, entonces no fue un gran salto a la ficción en mi carrera. Mi capacitación y pasión se encuentra en la ficción. Los otros documentales también son de una narrativa no tradicional y mis trabajos experimentales tienen narrativa.

Es más, hay algo de experimental en los documentales y los largos de ficción. Juego con las imágenes, los sonidos en formas que cruzan las líneas entre géneros.

Hay algo que recuerdo de mis días de alumno de cine. Un profesor dijo que no existe la “no ficción.” El momento que decides qué mostrar en la película, aunque sea un documental, estas haciendo ficción; estas controlando lo que dices y como lo quieres decir. Y yo creo eso. Esa ha sido mi experiencia. En Krik? Krak! tomo pedazos de la realidad para crear una narrativa, crear personajes, contar una historia manipulando al espectador a sentir algo por lo que ve. Parecido a lo que hace, por ejemplo, un pintor. ¿Un pintor hace un retrato de la realidad? No. El artista al crear una obra, expresa su visión o interpretación de esa realidad.

¿Qué nos puedes decir sobre su productora Pachamama Films? 

La formé con Henriette Szabo, a quien conocí en Hungría, y trabajó conmigo en muchos de los documentales, además de El Hombre de la Luna. Formé la productora al salirme de Mountain Top Films, la organización con la que trabajé para hacer Krik? Krak!. Puse el nombre de Pachamama Films a la nueva productora, inspirado por el título de la película que quería producir en ese entonces: Pachamama. Significa “madre tierra” en aymara.

Nunca hice esa película. Es posible que la haga algún día, pero habría que cambiar bastante el guión ya que algunas ideas están ya pasadas de moda, digamos.

Estaba a punto de firmar un contrato con una cadena de TV en Europa para esa película. El día de mi cita con el productor y el departamento legal para firmar el contrato, empezó la guerra del golfo de los 90 y todos los fondos del canal tuvieron que dirigirse a cubrir la guerra. Entonces perdí el contrato.

¿Qué cineastas te inspiran?

Es una pregunta difícil porque en diferentes momentos he sido inspirado por diferentes cineastas. Algunos que me vienen a la cabeza son  Jodorowski, Buñuel, Antonioni, Bertolucci, Pasolini, Leone, Godard, Truffaut, Woody Allen, Richard Lester, Roger Corman e inclusive Jess Franco.

¿Tus películas favoritas?

Igual, en diferentes momentos son diferentes películas. Pero me encanta Life of Brian, Love and Death, … pero podría hacer una lista muy larga de las películas que me encantan… muchas francesas, como Romance o Jules et Jim. Tambien me gusta El Último Tango en París, y Blow Up… muchas.

¿Y películas que realmente detestas?

¿Que deteste? Ninguna. Soy ávido del cine. Puede ser que encuentre a algunas aburridas, o mal hechas, pero inclusive esas tienen algo de interesante. Se que es lo que pasa detrás de las cámaras; se lo que ha debido costar hacer una película, entonces aprecio a todas por el esfuerzo. Pero aquellas que me impáctan, porque son tan increíblemente buenas…esas son las que más aprecio. Hay algunas películas que me hacen llorar por lo buenas que son.

¿Tu sítio web, Facebook, y todo eso?

http://pachamamafilms.com

http://www.facebook.com/?ref=home#!/jac.avila

http://www.facebook.com/?ref=home#!/pages/Barbazul/140641005971307

http://www.facebook.com/?ref=home#!/pages/Maleficarum/107859912613669

http://www.facebook.com/?ref=home#!/pages/Martyr/143949412290279

http://www.facebook.com/?ref=home#!/pages/Sirwiñakuy/126412857375802

http://www.facebook.com/?ref=home#!/
video/video.php?v=1832034834465&oid=126412857375802&comments

http://www.facebook.com/?ref=home#!/
video/video.phpv=1809610233864&oid=143949412290279&comments

http://www.facebook.com/?ref=home#!/
video/video.php?v=1809610233864&oid=143949412290279&comments

http://www.youtube.com/watch?v=1UorXSU06wk

http://www.youtube.com/watch?v=MZmL2iJc1oc&feature=related

http://www.youtube.com/watch?v=4KlVPgZhDr8&feature=related

 

¿Algo más que quieras decir, que se ma ha olvidado preguntar?

Me considero afortunado de hacer lo que hago y más afortunado por las personas que me están colaborando. Hacer cine… todo el cine que hago, se ha vuelto un estilo de vida para mí, no solo es trabajo. Es más, se trata más de vivir la vida que de trabajar.

Lo mejor es que somos independientes, realmente independientes, lo cual es fabuloso cuando queremos hacer estas películas. Nuestro público tiene la última palabra y la verdad es que a muchas personas les gusta lo que hacemos y muchas personas lo detestan, pero nadie es indiferente.

¡Gracias por la entrevista!

© por Mike Haberfelner.