Mi Crítica de OLALLA, la nueva película de Vampiros de Amy Hesketh.
Por C Dean Andersson
OLALLA, de Amy Hesketh, sería una de mis películas favoritas, aún sin ser de vampiros. Pero Olalla es una vampiro como ningúna otra, y OLALLA es una película de vampiros sin igual.
OLALLA, de Amy Hesketh, sería una de mis películas favoritas, incluso sin tener vampiros. Yo conozco mis vampiros femenínos. Mi primera (película de vampiros) fue LA HIJA DE DRACULA (DRACULA’S DAUGHTER). Ella me sedujo when yo era todavia niño, lo hizo en mi casa, cuando mis padres dormían en su dormitorio y yo me las ingeniaba para ver programas de televisión tarde en la noche. La siguiente fue la noche de un DOMINGO NEGRO (BLACK SUNDAY), en la platea del viejo Fox Movie Palace, fue la Princesa Asa de la casa real de Moldavia, de la Casa de Vaida. Asa, interpretada por la ferozmente bella Barbara Steele, cambio mi forma de ver la vida (y las Brujas y los No Muertos). Después hubo SANGRE Y ROSAS (BLOOD AND ROSES), HIJAS DE LA OSCURIDAD (DAUGHTERS OF DARKNESS), REQUIEM PARA UNA VAMPIRO (REQUIEM FOR A VAMPIRE), MELLIZAS DEL MAL (TWINS OF EVIL), LOS AMANTES VAMPIROS (THE VAMPIRE LOVERS), PASION POR UN VAMPIRO (LUST FOR A VAMPIRE), CONDESA DRACULA (COUNTESS DRACULA), LA COMTESSE NOIR, VAMP, UNA VEZ YA MORDIDO (ONCE BITTEN), REINA DE LOS MALDITOS (QUEEN OF THE DAMNED), y la reciente obra maestra macabra de Jac Avila, MUERTA PERO SOñANDO (DEAD BUT DREAMING). Mi punto es, mi larga lista de Famosas Vampiros Femeninas en el reino del Cine es extensa y podría continuar y continuar. Pero Olalla es una Vampiro como ninguna otra y OLALLA es una película de vampiros sin igual. La película ignora casi cada una de las tradiciones de vampiros establecidas. No hay La Danza Macabra para estos vampiros. No. Pero hay Mambo! No chupan la sangre de pequeñas y estéticas heriditas en el cuello. Pero hay sangre refrigerada que beben de finos vasos de cristal. O, si eres Olalla, la oveja negra del clan, ocasionalmente lo haces a la antigua, mordiendo el cuello de tus victimas dejando un sangriento desorden. No lo más apropiado para una familia determinada, y por válidas razones, en evitar atraer la atención.
No tienes que ser un vampiro inconforme para identificarte con Olalla. ¿Son tus gustos en estilos de ropa un poco inusuales? ¿Es lo que escogiste para tu carrera mal visto y no tiene aprobación? ¿Has descubierto que tus preferencias sexuales violan alguna definición arbitraria de lo “normal”? ¿Y tus gustos en música? ¿Arte? Libros? ¿Videos? ¿Comidas? ¿Hobbies? ¿Lo que sea? Hay un poquito de Olalla en todos nosotros.
Con sus raíces en una historia de Robert Louis Stevenson (el tipo que escribió “Dr. Jekyll and Mr. Hyde”), Olalla es representada con un astuto trasfondo de auto-engañosa inocencia por la misma Hesketh. Ella anhela ser una mujer común y corriente e ir de compras, pero no tiene ese algo “ordinario” en, ummm, bueno, en su sangre.
Trata pero no puede aguantar el tener que pretender, como el resto de su familia lo hace, ni siquiera después de los repetidos estímulos de una hábilmente aplicada fusta, manejada por el dedicado regente de la familia, Felipe, interpretado con una exquisita intensidad por Jac Avila (duro al máximo, pero con los mejores intereses de Olalla hirviendo en su corazón de vampiro). Amor de mano dura, vuestro nombre es Felipe.
Felipe es interpretado de manera convincente y simpatética en flashbacks como la versión mas joven de Avila, por Alejandro Loayza. El se preocupa por el bien estar de Olalla, y el de su familia, desde su niñez (en OLALLA, los vampiros envejecen, pero lentamente). El sentido de responsabilidad de Felipe por el bienestar de su familia es una pesada carga, especialmente considerando lo que le paso a la madre de Olalla (interpretada en desgarradores flashbacks tambien por Hesketh).
Déjenme decirles, yo estaba haciendo barra por la madre y apenas pude soportar su final. Así es, Hesketh, tanto como actriz y directora, es tan buena que removió a un añejo seguidor del Horror como yo. Y no que me esté quejando, pero nadie merece morir así (a pesar que muchas pasaron por eso, quizás millones, a través de los siglos), especialmente no una madre de buen corazón, sea vampiro o no!
Esos malditos aldeanos con sus estacas! Y antorchas. Tontos supersticiosos! Como se atreve ese lider, interpretado con un entusiasmo maniático por Eric Calancha, azotarla tanto? Por supuesto que su miedo lo vuelve un despiadado, pero una y otra vez su latigo marca la piel hasta … hasta.. Eh! Ya estuvo suficiente! Bueno, quizás uno más … pero nadie mira para otro lado!
Ninguno desvía los ojos, ni siquiera yo, de su dolor y vergüenza mientras las llamas trepan cada vez más alto y sus gritos crecen cada vez mas frenéticos. Y la forma angustiosa, heroica, en la que trata de aguantarlo y aceptarlo hasta que se rinde y comienza a agitarse desesperadamente en sus cuerdas. No hay nadie que le muestre algo de compasión? No hay nadie quien la suelte a tiempo? Oh! Las llamas! Vienen por ella! Es demasiado tarde!
Mientras tanto, otra vez en el presente – a la hermana de Olalla, Ofelia, tambien le preocupa la familia, y está hastíada de las travesuras de su hermana, que hacen peligrar a todos. Ofelia recuerda demasiado bien lo que le pasó a su madre. Mila Joya interpreta a Ofelia como una depredadora juquetona y seductora, con un sutil trasfondo que me pregunto cuantos cuellos a destrozado, en secreto, sin decirle a nadie, y sin ser nunca atrapada.
Pero entonces ahí están los hombres ordinarios que se enamoran de la extraordinaria Olalla y su madre. El Nathan de Luis Almanza y el Roberto de Cristian Del Rio no pueden resistir! Son mariposas nocturnas para las llamas!
La forma que estos personajes son interpretados hace que me identifique con ellos, adorando a cada versión de la belle dame sans merci, porque quizás, solo quizás, la Hesketh será piadosa, quizás esta vez, el amor encontrará su rumbo, quizás ella no es la belle director sans merci… si, claro!
Ella tampoco tiene piedad para con su audiencia cuando se trata de crear personajes inolvidables. Si los dos tíos, interpretados con un fascinante sincronismo por Beto Lopez y Fermin Nuñez no se roban la escena, el Bruno de Erix Antoine lo hace.
La tía, Maria Esther Arteaga, es el centro de bendecida calma y respetabilidad, pero que puede ella hacer en medio del resto? Esta la vieja y de alguna manera decadente familia, algo digna, condenada? Bueno, quizás no!
Después de todo, quien entre nosotros puede negar que la extensa, lenta, detallada explicación de Beto sobre que es y que no es un “muffin” vale su peso en mantequilla que resbala por tu mentón y, en mi opinión, le da a ésta familia ese valor social que los redime y que justifica su continua existencia.
Resultado final, habiendo sido dominado por mujeres (en sentido vampírico) he estado esperando por OLALLA casi toda mi vida. Pero gracias a Amy Hesketh, la premiada escritora, directora y estrelal, y a Jac Avila y todo el resto de Pachamama Films, ya no tenemos que esperar más.
Tres hurras y todas las estrellas de primera magnitud en el atlas de estrellas para OLALLA! Solo que, NO veas NOSFERATU con ella, esta bien? Pero si lo haces, por lo menos no hables durante la película tratando de impresionarla con lo bien versado que eres en el cinéfilo tema de NOSFERATU. No es una buena idea. Creeme. Lo lamentarás …heh heh heh…Hesketh!
Trailer de OLALLA – Encuentra a OLALLA aquí! VERMEERWORKS